A principios de verano prometí una serie estival sobre el ebook, pero la necesidad de desconexión total que he tenido durante las vacaciones ha acabado por atrasar el inicio de esta serie temática hasta hoy, el segundo día de lo que promete ser un semestre de otoño interesante. Así que, sin más demora, ahí va el primer número de la serie: El verano: la prueba de fuego para mi ebook.
El verano es, sin lugar a dudas, el periodo del año en el que más tiempo tengo para una de mis grandes aficiones: la lectura. Mi ebook me lo regalaron el septiembre pasado de modo que éste ha sido el primer verano que ha pasado conmigo, por lo que me parece que es una gran oportunidad para valorarlo de nuevo -después de casi un año de uso-, repensar sus puntos fuertes y sus puntos débiles y sacar algunas conclusiones globales.
Antes de comenzar, sólo recordar que mi ebook es el conocido como ebook de El Corte Inglés, de la marca Inves. No lo elegí, fue un regalo pero, en general, creo que fue una buena opción.
Puntos fuertes:
- Es de perogrullo pero llevar en la maleta, en el espacio físico de un libro de papel, muchísimos más libros de los que voy a poder leer mientras estoy de vacaciones, es una maravilla.
- La lectura en tinta electrónica es comodísima. En mi opinión, un lector tradicional no tiene que hacer ningún esfuerzo para adaptarse al nuevo formato.
- La duración de la batería hace que puedas olvidarte del cargador durante una larga temporada, incluso si haces un uso intensivo del dispositivo.
Puntos débiles:
- Quizás sea problema de mi dispositivo o puede que sea un déficit de la tinta electrónica, pero a mi ebook no le sienta nada bien el calor, lo cual es un problema, especialmente cuando en verano uno quiere leer en la playa.
- Otro problema playero: antes uno iba a la playa, leía un rato y luego se iba a pasear dejando despreocupadamente su libro sobre la toalla. Pero ¿qué haces con un ebook? No sé si seré muy desconfiado, pero lo mismo que no suele dejar el móvil en la bolsa de la playa cuando me voy a pasear por la orilla, tampoco dejaría mi ebook. La única solución que le veo al problema: que el precio de los dispositivos baje mucho y los use todo el mundo, de modo que no sean un bien deseable por los vecinos de toalla.
Estos son los puntos débiles veraniegos de mi ebook. El resto ya los comenté con anterioridad: pantalla no táctil, lentitud de arranque, etc.
En cualquier caso, como valoración global, mi ebook ha superado con un 6,5 éste su primer verano. Sólo queda esperar que los dispositivos mejoren técnicamente (lo cual creo que ocurrirá de aquí a muy poco tiempo), que los precios de los mismos bajen notablemente (lo cual veo un poco más difícil, al menos a corto plazo, si bien Amazon ha empezado ya con esta tendencia) y que las editoriales mayoritarias den finalmente el salto al formato electrónico, de calidad y a un precio competitivo (lo cual veo casi imposible, de momento). Pero esto último es tema de otras entregas de esta serie tardo-estival.
Fuente de la fotografía: Reading ebook on the beach
Hola Guillermo.
Interesantísima esta entrada ya que, en algún momento, tendré que dar el paso hacia el ebook (de momento casi siempre leo en el portátil o en el móvil). No compro muchos libros porque ya no sé dónde meterlos y el ebook es, sin duda, la mejor opción.
Esperando ya la segunda entrega de la serie 🙂
Un saludo.
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Gracias, Miguel Ángel. Yo quizás esperaría un poco, me da la sensación de que en un año o así los dispositivos pueden haber mejorado bastante. De todas formas, lo que ofrece el mercado en estos momentos tiene una calidad bastante decente. Y para que los libros no se te sigan acumulando en las estanterías, es una maravilla 🙂
Ahora ando editando la segunda entrega. Mañana la publico.
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Interesante tú experiencia, a mi me ha ido muy bien con el Kindle, la verdad vivo encantada (aunque lo tengo hace como un mes) eso de poder poner notas, subrayar, enviar mensajes a las redes sociales, me parece genial y muy práctico.
El tema de que no le sienta bien el calor, no entiendo a que te refieres, con el mío no hay problema no brilla la pantalla, así que es perfecto porque el sol no se refleja, sobre tener que dar los paseos con el no me parece tan terrible, pesa más el móvil que el ebook, así que no tengo problema de cargarlo en la mochila de ser necesario 😉 además como colombiana estoy acostumbrada a cargar mis cosas al hombro y no dejarlas sin supervisión, así que este punto para mi no es un problema 😉
Seguiré pendiente de tus vivencias 🙂
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Hola Diana:
Gracias por dejar en mi blog tu experiencia con tu Kindle. Mi modelo de lector electrónico creo que técnicamente está por debajo del Kindle, pero en general estoy muy contento con él. En cualquier caso, todavía les queda un largo camino de evolución tecnológica a los dispositivos de lectura electrónica.
El resto de mis críticas son pequeños apuntes sobre mi experiencia con él y las diferencias que veo con la lectura en el libro de papel. De todas formas, ya te digo que estoy encantado.
La pantalla de mi eReader tampoco brilla con el sol, pero cuando le da demasiado calor la tinta electrónica no parece que funcione muy bien y las letras se ven mal 🙂
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Ve no he ensayado eso del calor en el dispositivo, lo tendré en cuenta cuando vuelva el sol y ensayaré esa parte 😉
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