Si un libro llega a tus manos y te deja sin palabras, recomiéndalo, préstalo, guárdalo en tu biblioteca, subráyalo, dedícalo, regálalo, habla sobre él a tus amigos, escríbele alguna reseña, reléelo, recuérdalo, fórralo o no lo forres, memoriza alguna de sus frases, copia algún pasaje en tu diario, recítalo al oído, habla sobre él a tus conocidos, distribúyelo, cópialo, cómpralo de nuevo, piérdelo, vívelo, ocúltalo a tus enemigos, siéntelo, reescríbelo, reléelo de nuevo, adáptalo para la gran pantalla, interprétalo, abrázalo, guárdalo en tu mesita, bésalo, en tus sueño, bésalo.
Y una vez que estés agotado de tanta acción esdrújula, si el libro realmente te ha dejado sin palabras, guarda un minuto de silencio, entiérralo y presérvalo para siempre en tu memoria.
Fuente de la fotografía: El Sha (Cometa 23 para Profesor en apuros, con licencia Creative Commons, atribución)
notable, me gusto mucho, especialmente lo de las esdrujulas. Je je.
Me gustaMe gusta
¡Gracias! Me alegro de que te gustara.
Me gustaMe gusta
Pingback: Profesor de ELE en apuros » Blog Archive » En abril… entradas mil